viernes, 5 de marzo de 2010

René-gado y la princesa casatetos (II)

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Hola queridos lectores, primeramente quiero disculparme por todo el tiempo que tardé en escribir la continuación de esta historia, pero es que había estado algo, muy atareado, además estaba esperando a que la princesa casatetos bateara a René-gado, digo mas bien a que se me ocurrieran más y novedosas ideas, ustedes saben.
Bueno, para los que no recuerdan bien los sucesos de la primera parte debido a que si, lo escribí hace tiempo, aquí va un recuento de los hechos:
Cetitlán nuestro querido pueblo mágico estaba infestado de personas extrañas, se dice que nadie entraba ahí sin salir algo teto, emo o deprimido. Una de esas personas era nuestro amigo René-gado que era un poco gruñón e inadaptado, pareciera que había encontrado en la princesa Casatetos su verdadera felicidad. Ella era una chava inteligente y muy guapa, bueno la verdad no tan guapa,  pero era todo lo que René-gado deseaba encontrar en el bajo mundo de cetitlán.
La princesa casatetos había construido un control mental para manipular a René-gado, era una chica provechosa, maestra del engaño, sabía perfectamente como romper corazones y haría lo que fuera para salvarse de los conjuros de Arrana: el mago maldito.
Estoy seguro de que se esperaban un final feliz donde René-gado se quitara el casco mental y mandara a ver gansitos a su princesa, o donde la Casatetos se hartara de fingir cariño y rechazara a René-gado, me disculpo de nuevo pero eso desgraciadamente no fue lo que paso.
El final fue algo vago e impreciso a decir verdad…
Lo que sucedió es que el control mental poco a poco casco
comenzó a estropearse, y creo que casatetos no lo hiso muy resistente, René-gado se cansó de la princesa y…  bueno también debieron influir algunos consejos de sus amistades más cercanas como “Diiile” quien le aconsejaba en un tono muy jactancioso mientras movía sus labios hacia el lado derecho “mira we la verdad esa morra vale pura reata we, o sea yo ya me he cogido a un chingo de morras más buenas we la neta no we, no te conviene”. Todo eso ponía muy confundido a nuestro amigo, y como el control mental aún no se estropeaba por completo entonces él estaba como en una lucha interna.
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Mientras tanto en un minibús R-27 el Dr. Pascal Alfonsopascal explicaba al operador del camión como es que la luz UV que utiliza para iluminar el camión en la noche dañaba la vista de los pasajeros, y lo amenazaba con golpearlo con sus superencabronadisimas tácticas de pelea si no accedía a cambiar la lámpara por una que tuviese un mejor espectro luminoso. 
Y en otro escenario la princesa Lisbier intentaba convencer al mago Jano para que le perdonara los superencabronaicimos conjuros que nunca pudo resolver:

juegosdearenitaLisbier: ándele Jano, ¿que le cuesta? nomás revíseme  este conjuro por favor. 
 




Cámara000


Jano (abochornado): ¡no!, ya no se puede. ¡Reclamos pa’ fuera!




Bueno, después de todo… no paso nada con René-gado y su princesa, se dice que dejaron de ver a René-gado y a Casatetos juntos, y peor aun, se descubrió que Casatetos nunca usó a René-gado para librarse de los conjuros de “elquejamásjamásnuncadebeserdichosunombre”. Entonces, ¿si lo quería  de verdad? eso si que da miedo, pero bueno que se podía esperar en Cetitlán, ni hablar.
…colorín colorado este cuento se a terminado.